Héctor Schmidt: “Ahora que la justicia encontró culpable a Rosales, los trabajadores gráficos de San Luis deben recuperar el gremio y los vamos a acompañar”
El secretario general de la Fatida evaluó la eliminación de la exención del IVA a los medios y se expidió sobre la condena al dirigente de los Gráficos de San Luis, Faustino Rosales que recientemente fue condenado por la Justicia nacional por defraudación por administración fraudulenta a la obra social de la federación.
El secretario General de la Federación Argentina de Trabajadores de la Imprenta, Diarios, Medios Electrónicos, Digitales y Afines (Fatida), Héctor Schmidt se mostró crítico con el Gobierno nacional de suprimir las exenciones del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para la venta de diarios, revistas y suscripciones digitales de medios periodísticos.
Además abordó la vida institucional del Sindicato Gráfico de San Luis luego de que la Justicia nacional declarara culpable de irregularidades al secretario general, Faustino Rosales durante la gestión al frente de la Ospida.
“Si es por la transparencia, si es para la defensa de los derechos colectivos, para la defensa de los salarios, el convenio, la cobertura de salud, la Fatida los va a ayudar. Depende de ellos. Es la voluntad de los trabajadores, que no está en nosotros manejar. Los podemos ayudar. Los vamos a ayudar si quieren organizarse y tener un sindicato que cumpla las funciones de un sindicato”, consideró el dirigente.
–¿Cómo recibieron en la Fatida la noticia que los medios periodísticos dejen de pagar el IVA diferenciado, para pasar a pagar el 21% de este impuesto?
– Este es un Gobierno que no tiene buenas políticas, ya lo sabemos, por lo que vemos en la calle, por lo que pasa en los comercios, en la industria. No es bueno a nivel fiscal, productivo, como también al nivel del consumo. El Gobierno necesita repuntar déficits. No hay un solo indicador de la economía positivo para los argentinos. Resulta que la casta, además de los jubilados, los trabajadores, los educadores, también son los medios periodísticos.
Esto por un lado; por el otro, al Gobierno no le interesa cuidar las fuentes de información periodística. El presidente Milei y sus asesores creen más en los mensajes de Twitter, en las trampas de las fake news, que en las fuentes de información verdaderamente periodísticas. Después de todo, los disparates difundidos por redes y los videos cortos son los fundamentos del poder de este gobierno. Fue en estos medios donde buscó el caudal de votos que obtuvo. Pero los diarios, incluso te diría los diarios impresos, siguen estando en los despachos de funcionarios y legisladores. La matriz fundamental de donde se nutren los comentarios y las acciones de los políticos y de todos los principales actores de la sociedad, está en la prensa escrita, sin dudas, e incluso en los diarios impresos, que son los que si-guen circulando por los despachos. Ningún twittero va a reemplazar jamás a un periodista profesional, pero esto el gobierno lo ignora, no le interesa en lo más mínimo. La fórmula de este Gobierno es: crueldad+ignorancia, que no son inventos de Javier Milei, pero hizo de la crueldad y la ignorancia un culto. Sin dudas, a Javier Milei le gusta mucho más la violencia que el escrito bien pensado.
–¿Cómo se encuentra la actividad gráfica en general a nivel de todo el país?
–A nivel nacional, nosotros tenemos conveniadas las actividades gráficas en dos grandes ramas de actividad: la de los talleres impresores de los diarios, que llamamos el sector gráfico periodístico, y la de los talleres de obra en general, para impresiones de todo tipo que no sean las de los diarios: etiquetas, lonas, envases, etc. La actividad gráfica de obra se despliega en un sinfín de actividades.
Con los diarios tenemos un problema muy grande, desde hace muchos años, ya que la costumbre de leer diarios impresos es cada vez menor y la mayoría de la gente se volcó a la lectura de información a través de las vías electrónicas. En consecuencia, las “tiradas” impresas de diarios está en caída libre desde hace unos cuantos años. Es mucho menor la cantidad de diarios impresos que se venden en la calle y mucho menor también la cantidad de horas de trabajo en los talleres. Menor es también, lógicamente, la cantidad de trabajadores en los talleres impresores.
En cuanto a las imprentas de obra, como en otras tantas ramas de actividad, la tecnología ha ido desplazando mano de obra. Esto viene ocurriendo, te diría, a lo largo de toda la his-toria de la producción gráfica. Con la incorporación creciente de tecnología hoy los talleres, sean grandes, pequeños o medianos, cuentan con menos dotación de obreros gráficos. De todas formas, la industria gráfica de obra me genera un cierto optimismo, ya que es una industria muy dinámica. Vemos proliferar talleres, nuevos conceptos, ideas, nuevas formas de impresión. No vamos a volver a tener las mismas plantas de trabajadores gráficos como las teníamos hasta hace cincuenta o sesenta años atrás, que tenían más obreros que maquinaria, pero tenemos obreros gráficos altamente calificados, con buen manejo de tecnología, adaptados plenamente a los procesos de producción digital. Hay ramas de actividad que cuentan con grandes proyectos de inversión. Hay multinacionales, dentro de las ramas del etiquetado, del envasado, que conocemos como la industria del packaging, en la que se abre un enorme campo de exploración y cambios, ya que está virando a la producción sos-tenible, con cuidado del medio ambiente, el uso de materiales reciclables, etc. Este sector está muy íntimamente vinculado a la industria alimentaria, por la producción e impresión de envases para alimentos y bebidas. Vemos cambios de orientación, innovaciones, pero di-namismo. Tenemos una industria gráfica muy pujante y con grandes proyecciones a futuro, que necesita mano de obra altamente especializada, conocimiento del oficio, capacitaciones para el uso de nueva maquinaria y mucha experiencia de taller. Hoy el gran obstáculo son las condiciones en que está funcionando la economía, por decisiones del gobierno actual, pero tiene un campo muy amplio de desarrollo, tanto para el capital como para el trabajo y para la actividad sindical.
–¿Cómo evalúan los cambios que va a implicar el uso de la Inteligencia Artificial?
–Es que todavía no sabemos de qué clase de revolución se trata. Quiero decir, sabemos que vamos a vivir cambios muy profundos, pero todavía no estamos en condiciones de prever la profundidad de esos cambios. Seguramente, en un primer momento la inteligencia artificial elimine muchas fuentes de trabajo, pero aún no sabemos la cantidad y la calidad de las nuevas fuentes de trabajo que se van a crear con la incorporación de esta tecnología, absolutamente revolucionaria. Hoy lo que vivimos es una gran incógnita. Tene-mos grandes temores, incertidumbre. No sabemos cómo será nuestra vida de acá a unos años, pero creo que los caminos del desarrollo están abiertos para la industria gráfica y que en ese camino va a ser muy necesario el trabajador gráfico. No el trabajador con overall que conocimos tradicionalmente, ese trabajador que manipulaba tintas e instrumentos de hierro, pero tenemos que hacernos a la idea que, así como cambia la industria, también cambia el concepto de trabajador. Tenemos que recortar nuevas realidades con creatividad, para pensar modos diferentes del trabajo y del uso de las capacidades del operario y así poder regular condiciones de trabajo.
–¿Cómo está la Fatida institucionalmente?
–Se imaginará usted que si el actual Gobierno, a nuestro criterio, y de una gran parte de la población, está llevando a la ruina a la sociedad, la Fatida muy bien no podría estar. Está más que claro que nadie se salva solo. Cuando la sociedad se cae a pedazos, no hay nada ni nadie que pueda estar bien. Nuestra organización nacional tiene adheridas a 21 filiales que nos acompañan y confían en nuestra conducción. Pruebas de honestidad y transparencia las damos todos los días. Hemos logrado conformar un núcleo compacto y unido. Vamos todos detrás de lo mismo. Al poco tiempo de asumir esta conducción, toma-mos la decisión, innovadora, de “abrir” las reuniones de nuestro consejo directivo nacional incluyendo a todos los secretarios generales del interior, para que las decisiones las resolvamos entre todos. No tenemos una conducción personalista, sino todo lo contrario. Los temas se ponen sobre la mesa ante todos los responsables de filiales. La Fatida es de todos los que la integran. Como ínicos responsables de las convenciones colectivas de trabajo de imprentas y diarios, tenemos la obligación de hacer respetar y aplicar los convenios colectivos en todas las zonas del interior del país.
– ¿Y en qué estado se encuentra hoy la situación institucional de la Filial San Luis de los Gráficos?
–El caso San Luis, en realidad es de uno solo. Faustino Rosales, el secretario General del sindicato en San Luis, fue presidente de la obra social, la Ospida. Oportunamente, todas las filiales confiamos en él para conducir nuestra obra social, pero nos traicionó. Llevó adelante un desmanejo absoluto con toda la administración, para su beneficio personal. Obviamente que contamos con todas las documentaciones probatorias, y la justicia así lo condenó. Demoró meses la investigación. Una vez que juntamos los datos, buscamos articular los consensos necesarios para expulsarlo de la Obra Social, que era lo que debíamos hacer, en vista de los daños que causó, en connivencia con el tesorero que tenía entonces la obra social. Un plenario nacional de secretarios generales los expulsó a los dos. Ahí comenzó la etapa judicial. Llevamos todas las pruebas a la justicia y finalmente fue condenado hace poco tiempo.
–¿Cómo cree que observa esta cuestión el trabajador gráfico en San Luis, que entre tantas necesidades, observa conflictos internos entre la conducción nacional y el sindicato?
–No hay disputas, ni conflictos de poder ajenos a las necesidades del trabajador. Es la verdad contra la mentira. Entre la verdad y la mentira no hay disputas. O hacemos que gane la verdad, o nos gana la mentira. En la conducción de Fatida preferimos la verdad. Si el trabajador gráfico de San Luis prefiere estar bajo la mentira, que lo haga. Si quieren seguir confiando en un dirigente que no se preocupa en lo más mínimo por ellos, que lo hagan. Si quieren engordar los bolsillos de alguien que jamás pensó en ellos, que lo hagan. Tenemos la responsabilidad de hacer respetar nuestro convenio en todo el país. Ahora, los sindicatos son de los trabajadores. Está en sus manos modificar su conducción o dejar que todo siga como hasta ahora. Lo que los trabajadores de San Luis tienen que saber es que la conducción nacional jamás les mintió. Les dijimos: al frente del sindicato tienen a un corrupto. Las pruebas están a la vista. La justicia condenó a Rosales a un año de trabajos comunitarios. Nosotros vamos a apelar y a seguir insistiendo, porque la justicia tiene que dictaminar una pena que se corresponda con los daños que hizo. Un año de trabajo comunitario es poco. Le hizo un gran daño a nuestra obra social. Pero lo que la justicia entendió es que Rosales es culpable de hechos de corrupción. Si no, no hubiese dictaminado la probation. La justicia se pronunció, y resolvió que Rosales es culpable nada menos que de un delito penal. Lo que queda, aparte de lo que dictamine en firme la justicia para Rosales, es que los trabajadores gráficos de San Luis se den cuenta que el sindicato es suyo, y que se organicen. Si es por la transparencia, si es para la defensa de los derechos colectivos, para la defensa de los salarios, el convenio, la cobertura de salud, la Fatida los va a ayudar. Depende de ellos. Es la voluntad de los trabajadores, que no está en nosotros manejar. Los podemos ayudar. Los vamos a ayudar si quieren organizarse y tener un sindicato que cumpla las funciones de un sindicato. Finalmente, queremos hacer un llamamiento a los compañeros de la histórica Filial San Luis para que asuman la responsabilidad de recuperar el gremio y ponerlo al servicio de los compañeros gráficos de San Luis. Nos avergüenza que hoy esa organización sindical esté conducida por este nefasto personaje que está condenado por la justicia.